Las instalaciones de SIRUSA cumplieron 25 años en el año 2016.
El futuro llevará a preparar la planta para afrontar el reto de los próximos 20 o 25 años.
Nuestras instalaciones, como ya han hecho la mayoría de las plantas en Europa, deben adaptarse a las características de los residuos a valorizar energéticamente y a las normativas cada vez más exigentes.
Los recursos materiales son finitos y tenemos la responsabilidad de hacer un buen uso.
Los residuos en 25 años han cambiado. Los motivos los encontramos en:
Los residuos valorizables energéticamente hoy presentan entre otras diferencias, un poder calorífico más alto que años atrás. Esta tendencia se consolida.
Las nuevas instalaciones deberán dar respuesta a estos cambios.
La eficiencia energética requerida por estas instalaciones es y será cada vez más alta. Obviamente la eficiencia de generar electricidad es menor que la de generar energía térmica. Uno de los retos será poder exportar energía térmica mediante una red.
Actualmente se trabaja en un Plan Director para los próximos años sobre la base de una planta actualizada tecnológicamente e integrada en el territorio.